El suizo y el español protagonizaron uno de los clásicos más grandes de la historia del tenis.
Dentro de los muchos momentos inolvidables que nos regaló el deporte en el 2024, el retiro de Rafael Nadal ocupa un lugar estelar. Uno de los tenistas más grandes de todos los tiempos cerró una carrera llena de gloria que, difícilmente, vuelva a ser repetida por muchos de los que vienen detrás de su figura.
Dueño exclusivo del polvo de ladrillo, el nacido en Mallorca demostró en reiteradas ocasiones la capacidad que tuvo para resurgir. Dueño de un físico que lo molestó constantemente, debió poner en evidencia una gran fortaleza mental para volver a los primeros planos de una competencia marcada por contar con los otros dos jugadores que habitan el selecto grupo de los tres mejores de todos los tiempos. Es difícil entender la dimensión de Rafael Nadal sin mencionar a Roger Federer y Novak Djokovic.
Nadal y Federer jugaron algunos de los mejores partidos de la historia.
La competitividad que presentaban junto con el suizo puede quedar aún más marcada que la que protagonizó contra el serbio (pese a que lo enfrentó más veces). Esto se debe a que fue la primera señal de que estábamos presenciando una era histórica dentro del tenis. Otro de los motivos que la hicieron especial es la excelente relación que forjaron la Fiera y su Majestad fuera del court. En las últimas horas hubo una prueba más.
“Parece que lo nuestro no era una rivalidad, competíamos, pero había amor de hermanos”, manifestó el nacido en Berna sobre Rafael Nadal demostrando el cariño que siempre se tuvieron. Esas palabras emitidas en el podcast de Trevor Noah son el complemento perfecto de la carta que el mismo exnúmero 1 hizo pública hace semanas en el marco de la despedida del ibérico donde expresa lo mucho que significó para su carrera.
Un momento único
A la hora de repasar las escenas en las que no escondieron el sentimiento por el otro nos podemos quedar con varias. El consuelo por parte de Rafael Nadal a Roger Federer tras ganarle la final de Australia en 2009 es inolvidable, aunque solo superada por la jornada en la que el nacido en Berna se despidió jugando con su amigo.
Nadal jugó dobles con su rival en el último partido, después se emocionó junto a él.
“Nunca me habría imaginado que la persona que iba a llorar más que yo en mi retirada sería mi principal rival”, confesó sobre la Copa Laver que sirvió para la culminación de su carrera en 2022. Pese a que el homenajeado era él, el español mostró una emoción genuina sintiendo que parte de su vida deportiva también se fue ahí.