El director de la Agencia Tributaria facilitó en un correo a la mano derecha del ministro información confidencial del tenista
La cúpula del Ministerio de Hacienda que encabezaba Cristóbal Montoro también espió al tenista mallorquín Rafa Nadal. Un informe de la Fiscalía Anticorrupción en la causa en la que se investiga por tráfico de influencias y cohecho al exministro y al despacho de abogados que fundó, pone de manifiesto que los cargos políticos accedían de forma rutinaria a datos fiscales de numerosas personalidades. Uno de los afectados por estas prácticas sería Nadal.
Uno de los correos electrónicos, el exdirector de la Agencia Tributaria, Santiago Menéndez, envió un correo electrónico al jefe de gabinete del Ministerio, Felipe Martínez Rico. Está enviado el 27 de julio de 2017 y en él se informa que la Delegación de la Agencia Tributaria en Balears ha iniciado un procedimiento de comprobación a Nadal y a una sociedad con la que se le vincula, Goramendi XXI S.L.. Esta mercantil estaba administrada por el padre del tenista, Sebastiá Nadal y estuvo activa hasta el año 2020 cuando fue disuelta. Esa mercantil se encargaba entonces, de acuerdo con ese correo, de gestionar los ingreso publicitarios del tenista y de otros deportistas como Carlos Costa. Según el correo, la administración tributaria comprobaba lo que había tributado la mercantil y lo que había declarado Nadal en sus declaraciones tributarias. Ese proceso dio lugar a una regularización del pago de tributos de los que se informaba al ministro. De hecho, hasta se avanzaba al personal de confianza de Montoro cuál era la postura del deportista: «A fecha de hoy, el contribuyente conoce la propuesta de regularización y está valorando su conformidad».
El magistrado de Tarragona que investiga al exministro ha levantado el secreto de la pieza principal del caso, que intenta averiguar si el despacho fundado por Montoro cobró de empreas a cambio de beneficiarles con la normativa fiscal a aplicar. Sin embargo, también hay una serie de piezas que estarían secretas basadas en correos electrónicos y que analizarían esas maniobras desde Hacienda para perjudicar a rivales políticos, obtener datos de personalidades públicas o para entorpecer causas judiciales. Entre los espiados, además de Nadal estarían políticos como Esperanza Aguirre, empresas vinculadas al presentador Pablo Motos o Tita Cervera.
El episodio en torno al tenista es posterior al momento, en torno a 2012 cuando se vio señalado porque varias empresas vinculadas a su familia estaban localizadas en el País Vasco para obtener ventajas fiscales y, en ese momento Hacienda intervino para que cambiaran su domiciliación.