¡ESCÁNDALO EN COLOMBIA! El presidente Gustavo Petro ha estallado en una feroz crítica durante el Consejo de Ministros, desatando una tormenta política tras las honras fúnebres de Miguel Uribe Turbay. En un discurso transmitido en vivo, Petro no se contuvo al calificar el funeral como un escenario de manipulación política y un ataque simbólico a las víctimas del conflicto armado en Colombia.
Las palabras del mandatario, que resonaron con fuerza en todo el país, apuntaron directamente a las declaraciones del expresidente Álvaro Uribe Vélez, quien, según Petro, habría incitado a la venganza y estigmatizado a la Unión Patriótica durante el sepelio. “Utilizaron un funeral como escenario para agredir a quienes han sufrido la violencia”, afirmó Petro, recordando casos de revictimización que aún persisten en la sociedad colombiana.
Esta explosiva controversia ha encendido reacciones en cadena, con defensores y detractores del presidente dividiéndose en las redes sociales. Mientras algunos aplauden su valentía, otros lo acusan de exacerbar la polarización en un momento de duelo nacional. La tensión entre el gobierno y sectores de la oposición se intensifica, poniendo de manifiesto la profunda división en el país.
Petro también hizo eco de una reciente orden de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que exige disculpas del Estado por los crímenes contra miembros de la Unión Patriótica, resaltando la necesidad de un compromiso real con la reparación de las víctimas. “¿Qué tan genuino es este perdón si no involucra a todas las instituciones?”, cuestionó.
Este episodio no solo revela la fragilidad del proceso de reconciliación en Colombia, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro político del país. ¿Estamos preparados para enfrentar la realidad de nuestro pasado sin caer en la instrumentalización de la memoria? La conversación apenas comienza.