**Israel ha dejado en ridículo a Trump: Netanyahu ha actuado por su cuenta contra Irán**
La reciente escalada de violencia en el Medio Oriente ha puesto de manifiesto la creciente autonomía de Israel en su política exterior, particularmente en su confrontación con Irán. Según el analista Jesús Sánchez Almejo, esta situación no solo ha desestabilizado la región, sino que también ha dejado a Donald Trump en una posición incómoda. Netanyahu, quien enfrenta problemas internos y una creciente impopularidad, ha optado por actuar sin consultar a Washington, desafiando las estrategias diplomáticas que Trump había promovido.
La figura de Netanyahu se presenta como un disruptor en la política israelí, heredero de una línea radical que busca expandir el territorio israelí a expensas de sus vecinos. Este enfoque agresivo ha sido alimentado por una historia de conflictos y una retórica que se remonta a décadas atrás. La reciente ofensiva de Israel contra Irán no solo refleja la desesperación de Netanyahu por desviar la atención de sus problemas internos, sino que también pone en jaque la relación entre ambos países.
Trump, quien había abogado por una diplomacia más cautelosa, se ve ahora forzado a respaldar las acciones de Netanyahu, a pesar de que estas contradicen su posición anterior. La influencia del lobby pro-Israel en Estados Unidos es tan potente que incluso un expresidente como Trump no puede permitirse desafiarlo abiertamente. Esto plantea interrogantes sobre la verdadera naturaleza de la alianza entre ambos países y la capacidad de Estados Unidos para influir en la política de Israel.
En medio de esta tensión, Irán ha demostrado su capacidad disuasoria, advirtiendo que cualquier enfrentamiento directo con él tendría un alto costo para Estados Unidos. La situación actual no solo amenaza la estabilidad de la región, sino que también deja a Trump en una posición vulnerable, mientras Netanyahu continúa su agenda militarista, dejando en evidencia las limitaciones de la diplomacia estadounidense en el Medio Oriente.