Después de décadas de silencio, Patricia Rivera, la actriz más recordada del cine mexicano de los años 80, ha decidido contar la verdad que mantuvo oculta durante más de 40 años. A sus 68 años, la mujer que alguna vez conquistó la pantalla grande y el corazón de Vicente Fernández, ha roto el pacto de silencio que envolvía una de las historias de amor más controvertidas del espectáculo mexicano.
En declaraciones que han estremecido al país, Patricia confesó que su relación con el “Charro de Huentitán” no fue un simple romance, sino un amor prohibido marcado por la pasión, el poder, la traición y el dinero. La actriz reveló que sacrificó su carrera y su reputación por estar al lado del hombre que amaba, solo para descubrir años después que ese amor le costaría su libertad, su nombre y su futuro.
Todo comenzó en los años dorados del cine mexicano, cuando Patricia y Vicente compartieron escena en varias producciones. Lo que inició como una amistad artística se transformó en un romance secreto que el cantante mantuvo cuidadosamente oculto del ojo público. De esa relación nació Rodrigo, el hijo que durante años fue reconocido como descendiente del ídolo.
Sin embargo, el sueño se derrumbó cuando una prueba de ADN cambió el destino de todos: Vicente Fernández no era el padre biológico. La revelación desató un escándalo mediático que arrastró a Patricia al infierno de la opinión pública. Fue atacada, humillada y señalada como la mujer que engañó al “Rey de la Música Ranchera”.
💔 “Él me dijo que me amaba, pero después me pidió que desapareciera”, confesó Patricia con la voz entrecortada. Según su testimonio, Vicente le pagó 4 millones de dólares para cortar todo vínculo y borrar cualquier conexión con su hijo. “Ese dinero no me compró el silencio. Me compró el dolor de no poder decir la verdad.”
El impacto fue devastador. Patricia se retiró del mundo artístico, se refugió en el anonimato y comenzó una vida lejos del escándalo. Pero el pasado nunca desaparece. Ahora, con el resurgimiento de su historia en una serie biográfica no autorizada sobre Vicente Fernández, Patricia decidió hablar y limpiar su nombre.
Su hijo Rodrigo también rompió el silencio, confirmando que, pese a la verdad biológica, considera a Vicente como su verdadero padre. “Él me crió, me enseñó lo que significa ser un hombre. No necesito una prueba para saber quién fue mi papá”, dijo emocionado.
La historia ha desatado una tormenta en redes sociales y en los medios de comunicación. Mientras algunos critican a Patricia por revivir el escándalo, otros la apoyan por atreverse a contar lo que muchos callaron.
