**EL FINAL DE JAVIER SOLÍS | NADIE LO NOTÓ**
La muerte de Javier Solís, el icónico cantante mexicano, a la temprana edad de 34 años, ha sido objeto de mitos y especulaciones durante décadas. Sin embargo, un nuevo relato revela la verdad detrás de su trágico deceso, ocurrido el 19 de abril de 1966. En un impactante giro de los acontecimientos, se ha confirmado que su fallecimiento no fue resultado de un accidente ni de un amorío clandestino, como muchos han sugerido, sino de complicaciones tras una operación de vesícula.
Según testimonios de quienes lo acompañaron en sus últimos momentos, Solís fue ingresado en el hospital en estado crítico tras sufrir un fuerte dolor. A pesar de los rumores que circulan sobre su muerte, que incluyen la creencia de que un vaso de agua pudo haber sido fatal, la realidad es más sombría: el cantante no se recuperó de una infección severa que derivó en un fallo orgánico múltiple. “Con el corazón no contábamos, señora”, fue la desgarradora frase de un médico a la madre de sus hijos al momento de su partida.
Los días previos a su muerte fueron una montaña rusa de altibajos. Solís, quien había evadido la cirugía por años, finalmente se sometió a una operación el 13 de abril. Sin embargo, su estado se deterioró rápidamente. A pesar de que se le administraron líquidos y cuidados, la infección por una vesícula reventada fue devastadora.
El mito de que su fallecimiento estuvo relacionado con una mujer o que había sido agredido por un político poderoso se desmorona ante la verdad de su sufrimiento físico. Hoy, su legado musical sigue vivo, pero su historia personal revela la fragilidad de la vida. La verdad ha salido a la luz, y los fans merecen conocer la realidad detrás de la leyenda.