¡Escándalo! El presidente Gustavo Petro ha desatado una tormenta política al atacar de frente a Wilson Ruiz Orejuela, exministro de Justicia del gobierno de Iván Duque. En una declaración contundente, Petro lo acusó de “cinismo extremo” mientras expone lo que él considera el verdadero desgobierno del pasado. Este intercambio explosivo se produce en un contexto marcado por la denuncia penal que Ruiz Orejuela presentó contra Alfredo Saade, jefe de despacho presidencial, por promover una reelección ilegal, un tema delicado en la política colombiana.
“Es de un cinismo extremo ver a quienes dejaron miles de jóvenes presos y decenas asesinados criticar mi gestión,” afirmó Petro, defendiendo su administración y contrastando las acusaciones con el legado de su predecesor. Ruiz Orejuela, por su parte, no se detuvo en criticar a Saade, sino que también cuestionó la forma en que el gobierno maneja las crisis, sugiriendo que el actual régimen teme a las instituciones independientes.
La denuncia formal contra Saade, presentada el 22 de julio, busca investigar posibles delitos relacionados con la promoción de la reelección presidencial, una violación a la Constitución. Ruiz Orejuela enfatizó que cualquier intento de modificar esta prohibición sería un ataque directo a la democracia. Mientras tanto, Saade, quien fue removido de su cargo y nombrado embajador en Brasil, es visto por muchos como un intento del gobierno de eludir las consecuencias de sus acciones.
Este enfrentamiento no solo revela las tensiones políticas entre administraciones, sino que también ilustra la polarización que atraviesa Colombia. Mientras Petro se esfuerza por reducir la desigualdad, sus opositores lo acusan de desviarse de los principios democráticos. Las batallas políticas se libran no solo en el Congreso, sino también en los medios y redes sociales, donde cada declaración puede encender una nueva controversia. La situación sigue evolucionando, y el desenlace de este escándalo podría tener repercusiones significativas en el futuro político del país.