El expresidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, ha hecho un llamado urgente a Israel y Estados Unidos para que colaboren en la investigación del asesinato de Miguel Uribe, un joven político que fue brutalmente asesinado en un contexto de creciente violencia política en el país. En un emotivo mensaje leído desde su prisión, Uribe denunció que Miguel fue sacrificado, describiéndolo como un “gran patriota” cuya vida fue truncada por el crimen organizado.
Uribe, quien se encuentra detenido injustamente, lamentó no poder estar presente para apoyar a la familia de Miguel y al pueblo colombiano en este difícil momento. Su discurso, lleno de dolor y rabia, critica abiertamente al actual gobierno, acusándolo de instigar la violencia contra la oposición. “Este magnicidio no puede quedar impune”, enfatizó, exigiendo que se esclarezca la autoría intelectual detrás del crimen, que considera un ataque directo a la democracia colombiana.
El expresidente instó a las fuerzas armadas a proteger a todos los colombianos y a confrontar al crimen sin necesidad de acuerdos nacionales, apelando a la Constitución como base para la acción. Uribe destacó la importancia de la colaboración internacional, solicitando apoyo de los servicios de inteligencia de aliados como Estados Unidos, el Reino Unido e Israel para ayudar a los jueces y fiscales en la investigación.
La situación es crítica y el eco de su mensaje resuena en un país que enfrenta una creciente polarización política y una amenaza real a la vida de quienes se oponen al régimen actual. “El mundo debe saber que es inaceptable” la violencia política, concluyó Uribe, mientras Colombia observa con preocupación el desarrollo de este caso que podría definir el futuro de la oposición en el país.