**Último adiós a Miguel Uribe Turbay en el Cementerio Central de Bogotá: así lo despidió su familia**
En una jornada de profunda tristeza, el cuerpo del senador Miguel Uribe Turbay fue despedido en el Cementerio Central de Bogotá, donde familiares, amigos y cientos de ciudadanos se congregaron para rendir homenaje a un líder político asesinado. El coche fúnebre, escoltado por la Policía Nacional y la banda del Batallón Guardia Presidencial, llegó a las puertas del cementerio en medio de un ambiente de solemnidad y dolor.
Desde las primeras horas de la mañana, miles de personas se apostaron en la calle 26, desafiando la llovizna, para expresar su respeto y admiración por Uribe. Con banderas blancas y gritos de “¡Que viva Miguel!” resonando en el aire, la comunidad se unió en un acto de conmemoración que reflejó la polarización y el sufrimiento que vive el país. El féretro, cubierto de flores blancas, fue recibido con aplausos y un silencio reverente, marcando el inicio de una ceremonia que permanecerá en la memoria colectiva.
El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, y otros senadores, así como miembros de la familia de Uribe, estuvieron presentes en este emotivo momento. La logística del evento permitió que unas 100 personas accedieran al cementerio para dar su último adiós, mientras helicópteros de la Policía sobrevolaban la zona en un gesto de homenaje.
La ubicación del sepulcro, junto a otros líderes políticos que también fueron víctimas de la violencia, resalta la trágica historia de un país marcado por la violencia política. En un contexto de luto nacional, donde ondean las banderas a media asta, la ceremonia se convierte en un llamado a la reflexión sobre la necesidad de paz y reconciliación en Colombia.
El legado de Miguel Uribe, un joven político con un futuro prometedor, queda ahora como un símbolo de la lucha contra la violencia que ha asolado a la nación. Su muerte no solo es una pérdida para su familia, sino un duro recordatorio de la fragilidad de la democracia en el país.