Lewis Hamilton ha sacudido el mundo del deporte al revelar verdades impactantes sobre su lucha con la salud mental, una batalla que comenzó mucho antes de su ascenso a la Fórmula 1. En una conmovedora declaración, el siete veces campeón del mundo ha compartido cómo el bullying y la presión de ser el primer piloto negro en la F1 han marcado su vida, provocando episodios de depresión desde la adolescencia. Hamilton, que comenzó a correr a los seis años, ha enfrentado la burla y el racismo tanto dentro como fuera de la pista, lo que le llevó a una lucha interna que ha durado décadas.
El piloto británico, que debutó a los 21 años, ha revelado que la depresión lo ha acompañado desde los 13 años, exacerbada por la presión y el acoso escolar. A pesar de su éxito, Hamilton ha enfrentado momentos oscuros, especialmente tras el divorcio de sus padres, un evento que dejó huellas profundas en su vida. Sin embargo, ha transformado su dolor en propósito, utilizando su plataforma para ayudar a millones de personas a través de su organización benéfica, LH44.
Hamilton ha enfatizado la importancia de hablar sobre la salud mental, destacando que el silencio sobre estos problemas puede ser devastador. “La muerte de George Floyd fue un punto de inflexión para mí”, confesó, revelando que fue la primera vez que lloró desde su infancia. Este evento lo impulsó a convertirse en un defensor de los derechos humanos, desafiando las normas y luchando contra el racismo y la desigualdad.
A pesar de las adversidades, Hamilton continúa demostrando su resiliencia, manteniendo su enfoque en la pista mientras aboga por un cambio social significativo. Su valentía al abordar estos temas delicados ha resonado en todo el mundo, siendo un faro de esperanza para aquellos que luchan en silencio. La historia de Hamilton no solo es un testimonio de su grandeza como piloto, sino también un llamado a la acción sobre la salud mental y la igualdad.