**Título: OLIER: “Rusia ha respondido a la amenaza nuclear de Trump con la opción del despliegue de misiles”**
En un contexto internacional marcado por la tensión, el presidente del Instituto Choisel, Eduardo Olier, ha analizado las implicaciones de las recientes declaraciones de Donald Trump sobre el despliegue de submarinos nucleares en respuesta a la situación en Ucrania. Olier sostiene que Rusia, lejos de mostrar una disposición a negociar, ha reforzado su posición militar en la región, lo que sugiere que la guerra en Ucrania continuará sin tregua.
Olier describe las propuestas de tregua aérea de Rusia como un mero “diálogo de besugos”, señalando que, aunque existen conversaciones, la realidad en el terreno es que Rusia ha consolidado su control sobre áreas estratégicas. La retórica de Trump, que menciona la capacidad disuasoria de submarinos nucleares, ha sido interpretada por Olier como una respuesta a la presión militar de Estados Unidos, lo que intensifica la tensión en un escenario ya volátil.
El experto también aborda la reciente decisión de Rusia de abandonar el acuerdo de misiles de corto y medio alcance, un movimiento que, según él, refleja una respuesta directa a las acciones de Trump. Olier recuerda que Estados Unidos se retiró de este pacto en 2017, lo que ha permitido a Rusia continuar su desarrollo armamentístico. La capacidad nuclear de Rusia, que se estima en alrededor de 500 cabezas nucleares, le otorga un peso significativo en la balanza geopolítica, y sugiere que cualquier escalada militar podría tener consecuencias devastadoras.
En el contexto europeo, Olier advierte sobre la falta de voz de Europa en esta crisis, destacando que las decisiones son dictadas principalmente por Estados Unidos y la OTAN. La retórica agresiva y las amenazas de aranceles de Trump hacia aliados como India y Brasil complican aún más la situación, evidenciando una estrategia de confrontación que podría tener repercusiones globales.
La conclusión de Olier es clara: la situación es crítica y la posibilidad de un conflicto nuclear, aunque remota, no puede ser descartada en un entorno donde las potencias juegan al límite. La comunidad internacional debe estar atenta a estos desarrollos, ya que las decisiones tomadas en los próximos días podrían definir el futuro de la seguridad global.