La esposa de Leo Dan, Marieta Tévez, ha roto su silencio tras la trágica muerte del icónico cantante, revelando detalles conmovedores de su vida que nunca antes se habían compartido. En una emotiva conversación, Marieta, ahora de 74 años, ha decidido abrir su corazón y ofrecer un vistazo a la historia detrás de la leyenda musical que cautivó a generaciones.
Desde su humilde inicio en Villa Atamiski, donde nació bajo una tormenta que su madre interpretó como aplausos del cielo, Leo Dan mostró un talento excepcional desde niño. Marieta recuerda cómo cantaba a cambio de frutas, un niño prodigio que deslumbraba a su pueblo. Sin embargo, su camino hacia la fama estuvo lleno de sacrificios. Antes de alcanzar el estrellato, trabajaba en una tienda de zapatos y se subía a autobuses para actuar en bares.
La vida de Leo estuvo marcada por momentos de profunda tristeza, como la trágica muerte de su hermano Antonio, que lo sumió en una depresión. Pero fue en esos instantes oscuros donde encontró su voz a través de la pintura, un refugio que le permitió sanar. Marieta también revela cómo Leo, a pesar de su enfermedad, continuó cantando en su jardín, creando melodías para las flores y dejando un legado de amor en forma de canciones personalizadas para cada miembro de su familia.
En su última Navidad, Leo grabó canciones únicas para sus seres queridos, un regalo que trascendió su fragilidad física. Marieta guarda un diario lleno de más de 200 canciones inéditas, cada una un eco de su amor y creatividad. “La música nunca muere, solo cambia de forma”, decía Leo, y su legado vive no solo en sus melodías, sino en el profundo amor que dejó atrás.
Esta revelación conmovedora no solo recuerda a un gran artista, sino que también celebra un amor que desafió el tiempo y la muerte. La historia de Leo Dan y Marieta es un recordatorio poderoso de que el amor verdadero perdura, resonando en cada nota y cada recuerdo compartido.