¡ESCÁNDALO EN LA POLÍTICA COLOMBIANA! El presidente Gustavo Petro se encuentra en el ojo del huracán tras ser acusado de propagar información falsa en redes sociales, lo que ha desatado una ola de críticas incluso dentro de su propio partido. En un giro alarmante de los acontecimientos, el senador Alfredo de Luque ha calificado la conducta del mandatario como una “adicción peligrosa”, sugiriendo que su obsesión por las redes podría estar erosionando la credibilidad del país.
La controversia se intensificó cuando Petro compartió un video que supuestamente mostraba una megaobra en La Guajira, solo para que se revelara rápidamente que las imágenes pertenecían a un proyecto en Kansas, Estados Unidos. Aunque el presidente eliminó el tuit, el daño ya estaba hecho, provocando burlas y una reacción furiosa de la opinión pública.
Los analistas advierten que esta no es una simple falta de juicio, sino una estrategia deliberada para mantener su presencia en el debate público, sin importar la veracidad de la información. De Luque enfatiza que el presidente debe actuar con responsabilidad, recordando que el mundo digital está lleno de desinformación y que su comportamiento podría convertirlo en cómplice de la misma.
Expertos en comunicación política subrayan que la normalización de estas prácticas puede tener consecuencias devastadoras para la confianza en las instituciones. Esta no es la primera vez que Petro se ve envuelto en un escándalo de desinformación; su tendencia a gobernar a través de tweets ha sido objeto de críticas desde su época como alcalde de Bogotá.
Mientras el debate sobre el uso responsable de las redes sociales por parte de los líderes políticos continúa, la situación de Petro se vuelve cada vez más insostenible. ¿Hasta dónde llegará esta crisis de desinformación? La presión está sobre el presidente, y el tiempo para rectificar se agota. ¡Mantente informado!