La despedida de Preta Gil hoy se convierte en un escenario de confusión y dolor. El velorio de la querida artista, que falleció a los 50 años, está marcado por la conmoción profunda entre familiares y amigos. En el Teatro Municipal de Río de Janeiro, donde se lleva a cabo el homenaje, las lágrimas fluyen sin control. Su padre, Gilberto Gil, se encuentra devastado, recibiendo apoyo de quienes le rodean mientras su hijo llora desconsoladamente.
Artistas de renombre como Luciano Hulk y Angélica se han acercado para rendir homenaje, visiblemente afectados por la pérdida de su amiga. La atmósfera es intensa, con fanáticos desmayándose y otros gritando su dolor. El evento, que comenzó a las 9 de la mañana, ha atraído a multitudes que desean despedirse de una figura tan emblemática de la música brasileña.
Los organizadores han tomado medidas para garantizar la seguridad de los asistentes, con ambulancias y personal médico disponibles para atender a quienes se sientan mal. El velorio estará abierto hasta la 1 de la tarde, momento en el cual comenzará una procesión hacia el cementerio, donde se llevará a cabo la cremación de Preta Gil. La familia ha decidido que sus cenizas sean esparcidas en el mar de Bahía, un último adiós que se mantendrá en la intimidad.
La tristeza es palpable, y la comunidad artística y los fanáticos se unen en este momento de duelo, recordando a una mujer que luchó valientemente contra el cáncer. La noticia de su muerte ha dejado una huella imborrable en los corazones de quienes la conocieron y la amaron. La despedida de Preta Gil es un recordatorio de la fragilidad de la vida y del impacto que una sola persona puede tener en la sociedad.