**Álvaro Uribe, ex presidente de Colombia, ha sido declarado inocente en un caso que ha sacudido el país. Penalistas colombianos respaldan su defensa, asegurando que el proceso judicial fue un burdo montaje político.** La decisión de la juez, esperada tras cinco días de deliberaciones, podría influir drásticamente en las próximas elecciones presidenciales. Si Uribe hubiera sido condenado, su capacidad para apoyar a candidatos de la derecha habría quedado gravemente comprometida.
En una carta pública, un grupo de penalistas ha denunciado la manipulación de testigos en el caso, calificándolo como un ataque orquestado por adversarios políticos y una fiscalía supuestamente sesgada. Según los juristas, las pruebas presentadas, que incluyen testimonios de criminales condenados, no tienen validez y carecen de autenticidad. En particular, se menciona a Juan Guillermo Monzalve, un delincuente con condena por secuestro, como uno de los principales testigos, lo que genera serias dudas sobre la credibilidad del caso.
El abogado Jaime Granados ha expuesto las debilidades de la evidencia presentada durante el juicio, incluyendo grabaciones manipuladas que nunca aparecieron. La situación se complica aún más con el testimonio de Deyanira Gómez, quien ha sido cuestionada por sus vínculos con el caso y su posible desinformación. Durante el contrainterrogatorio, se reveló que las pruebas presentadas por la fiscalía estaban alteradas, lo que refuerza la percepción de que todo fue parte de un plan para desacreditar a Uribe.
La tensión política en Colombia se intensifica, y el impacto de esta decisión judicial se sentirá en el futuro inmediato. La inocencia de Uribe no solo restablece su imagen, sino que también reconfigura el panorama electoral, dejando a muchos en el país a la expectativa de las repercusiones que esto tendrá en la arena política.