La princesa Leonor ha decidido paralizar su entrenamiento en un giro inesperado de los acontecimientos, ya que se prepara para un viaje de emergencia a Abu Dabi para visitar a su abuelo, el rey Juan Carlos I. La salud del emérito se ha deteriorado tras una reciente crisis, provocada por la sorpresiva muerte de su primo, Don Víctor Manuel de Saboya. Fuentes cercanas indican que el rey ha tenido que ser atendido en urgencias debido a preocupaciones serias sobre su presión arterial.
Este viaje, que podría incluir a su padre, el rey Felipe VI, subraya la creciente preocupación en la familia Borbón por el bienestar emocional y físico del rey Juan Carlos. A pesar de que su salud había mostrado signos de mejoría, la reciente tragedia ha generado una crisis que ha alterado su estado. La familia real, que en ocasiones ha sido vista como distante, se encuentra ahora en un momento de vulnerabilidad, reflejando la profunda preocupación de una nieta y un hijo por un abuelo en duelo.
El ambiente es tenso y cargado de emociones, ya que se teme que el rey no pueda asistir a los funerales de su primo, lo que podría agravar aún más su estado de salud. La comunidad sigue de cerca esta situación, enviando mensajes de apoyo y recomendaciones a quienes enfrentan problemas similares de salud.
La situación es crítica y la atención está centrada en la familia real, que se enfrenta a un momento de gran dificultad. La salud del rey Juan Carlos es una prioridad, y todos los ojos están puestos en cómo se desarrollarán los acontecimientos en las próximas horas. La preocupación por su bienestar es palpable, y los seguidores de la monarquía se mantienen alerta ante cualquier novedad.