Federico Gutiérrez se encuentra en el centro de una tormenta política tras las incendiarias declaraciones del presidente Gustavo Petro. En una reciente entrevista, el alcalde de Medellín no solo reconoció a Petro como su presidente, sino que también lanzó un fuerte cuestionamiento sobre la naturaleza democrática de su administración. “Las diferencias de opinión son parte fundamental del sistema”, afirmó Gutiérrez, dejando claro que, aunque respete el cargo, no comparte la visión del mandatario.
La controversia se intensificó con el nombramiento de Jorge Carrillo como presidente de Isa, una decisión que Gutiérrez criticó abiertamente por su falta de transparencia y las irregularidades que, según él, rodearon el proceso. “Nuestro representante votó en contra de Carrillo, dejando constancia de los problemas que ha generado en el pasado”, explicó el alcalde, enfatizando la necesidad de una gestión más clara y responsable.
Además, Gutiérrez no esquivó las acusaciones de Petro y del exalcalde Daniel Quintero, quienes cuestionaron su integridad debido a la vinculación de su hermana con una filial de Isa. “Estas acusaciones son una distracción”, respondió con firmeza, defendiendo su posición y llamando a un diálogo constructivo en lugar de la confrontación que, a su juicio, ha caracterizado a la administración actual.
Con un tono crítico, Gutiérrez instó a Petro a reflexionar: “¿Gobierna para todos o solo para quienes apoyan su gobierno?” Este desafío no solo resuena en el ámbito político, sino que también refleja las tensiones sociales que marcan el pulso del país. En un momento donde la unidad es más necesaria que nunca, la pregunta persiste: ¿será posible un camino hacia el entendimiento en medio de la polarización? La respuesta podría definir el futuro político de Colombia.