¡NOTICIAS DE ÚLTIMA HORA! El Gran Premio de Estados Unidos ha dejado una huella imborrable en la Fórmula 1, marcando un giro radical en la carrera de Daniel Ricciardo y el futuro de Red Bull. La decisión del equipo de reemplazar a Ricciardo con el joven Liam Lawson se justificó de inmediato, ya que el neozelandés, a pesar de comenzar desde la última posición debido a una penalización de 60 lugares, logró una impresionante remontada, finalizando en noveno lugar y sumando puntos cruciales.
El director del equipo, Christian Horner, no pudo ocultar su entusiasmo, afirmando que el desempeño de Lawson demuestra el talento y la determinación que Red Bull busca para el futuro. Sin embargo, la jornada no estuvo exenta de controversia. Lando Norris, quien había comenzado desde la pole, vio sus esperanzas de podio desvanecerse tras recibir una penalización de cinco segundos por una maniobra polémica que lo relegó al cuarto lugar, a pesar de haber cruzado la meta en tercero.
La indignación estalló en la comunidad de F1, con muchos aficionados y expertos sintiendo que Norris había sido despojado de un merecido podio. La situación se complicó aún más por el hecho de que Max Verstappen, quien también había salido de pista en un incidente similar, no fue sancionado. Norris, visiblemente frustrado, expresó su descontento tras la carrera, mientras Verstappen mantuvo un tono diplomático, sugiriendo que los comisarios decidirían el desenlace.
Con solo cinco carreras restantes en la temporada, la batalla por el campeonato se intensifica. La decisión de Red Bull de apostar por Lawson ha cambiado las dinámicas en el equipo, mientras que la frustración de Norris podría tener repercusiones significativas en la lucha por el título. La Fórmula 1 nunca deja de sorprender, y este GP de Austin ha sido un claro recordatorio de que todo puede cambiar en un instante.