En un giro impactante que ha sacudido los cimientos de la realeza británica, el príncipe Harry y Meghan Markle han sido despojados de su control sobre el Archwell Trust, tras la revelación de un testamento secreto de la reina Isabel II. En una lectura íntima y tensa, la princesa Ana desveló una cláusula devastadora que ha dejado a la pareja sin acceso a los recursos que sustentaban su imagen pública y proyectos comerciales.

La lectura del testamento, llevada a cabo en el castillo de Balmoral, se convirtió en un momento de confrontación silenciosa. Harry, visiblemente afectado, se unió a la reunión por videollamada, mientras que Meghan, desde Montecito, observaba con incredulidad cómo su mundo se desmoronaba ante sus ojos. La reina, en su última voluntad, no solo bloqueó el acceso a millones, sino que reafirmó el control absoluto de la corona sobre el Archwell Trust.

La decisión ha sido calificada como una “rectificación real” por algunos y como una “venganza póstuma” por otros. Sin embargo, lo cierto es que este movimiento ha devuelto a los Sus𝓈ℯ𝓍 al dominio de la monarquía, despojándolos de voz y recursos. La princesa Ana, actuando como ejecutora de la voluntad de la reina, presentó un documento que no solo alterará la dinámica familiar, sino que también ha dejado a Harry y Meghan en una situación financiera precaria.

El impacto inmediato ha sido devastador: el sitio web de Archwell colapsó, las donaciones se congelaron y los socios comenzaron a desvincularse. La imagen de Meghan, construida como una defensora del empoderamiento, se ha visto severamente comprometida. En el silencio que siguió a la lectura, se sentía la tensión palpable, un presagio de la tormenta mediática que se avecina.

Este episodio no solo marca un nuevo capítulo en la relación entre los Sus𝓈ℯ𝓍 y la corona, sino que también plantea preguntas inquietantes sobre el futuro de la monarquía y el legado que dejarán atrás. La reina, incluso en la muerte, ha dejado claro que la corona no se debe utilizar como un vehículo comercial, y su decisión ha resonado con un eco de autoridad que cambiará el curso de la historia real.