Rusia ha respondido con preocupación a la “importante declaración” que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha prometido realizar sobre la relación con Moscú. En un clima de creciente tensión, el Kremlin espera entender las implicaciones de las palabras de Trump, quien ha expresado su decepción hacia Rusia y ha insinuado que se avecinan cambios significativos en la política estadounidense respecto al conflicto en Ucrania.
Durante una entrevista con NBC News, Trump anunció su intención de abordar la situación con Rusia y la OTAN, afirmando que se está preparando un nuevo acuerdo para el envío de armas a Ucrania. Esta decisión marca un giro en la política estadounidense, con el objetivo de fortalecer a los aliados de la OTAN en medio de un conflicto que sigue escalando.
Dimitri Peskov, portavoz del Kremlin, declaró que están “registrando cuidadosamente” los comentarios de Trump, mientras que se intensifican los ataques rusos en Ucrania, incluyendo un reciente bombardeo en Járkov que dejó heridos y daños en infraestructuras civiles. En respuesta, el Pentágono ha revocado una decisión previa de congelar el envío de armas a Ucrania, subrayando la urgente necesidad de defensa contra los ataques rusos.
Mientras tanto, las tensiones se extienden a la relación entre Estados Unidos y China, donde se están llevando a cabo conversaciones cruciales. El secretario de Estado, Marco Rubio, ha señalado que hay un alto interés en mantener un diálogo constructivo, pero la presión sobre Rusia y la inminente declaración de Trump podrían complicar aún más el panorama geopolítico.
En este contexto, el mundo observa con atención los movimientos de Trump, quien ha anunciado aranceles del 50% a Brasil, lo que ha generado una ola de indignación en el país sudamericano. La comunidad internacional se encuentra en un punto de inflexión, donde cada declaración y acción podría desencadenar reacciones en cadena en un escenario global cada vez más caótico.