Ferrari está a punto de hacer un movimiento audaz en el Gran Premio de Bahréin, introduciendo un nuevo suelo en su SF25 que podría cambiarlo todo. Después de un comienzo decepcionante en la temporada 2025, con solo 35 puntos acumulados en las primeras tres carreras, la escudería de Maranello busca desesperadamente revertir su suerte. Este nuevo componente tiene como objetivo abordar las deficiencias que han plagado su rendimiento hasta ahora, pero el tiempo se agota.
Las tensiones internas entre los ingenieros y los directores del equipo añaden un aire de urgencia a la situación. A pesar de que la actualización se había planeado inicialmente para Suzuka, Ferrari no puede permitirse esperar más. El asfalto abrasador de Bahréin presentará un desafío único, y la gestión de neumáticos será crucial. “Queremos que el coche corra más bajo, pero hay un límite”, advirtió el director técnico, lo que refleja la complejidad del desafío que enfrentan.
El equipo se enfrenta a la presión de mejorar el equilibrio y la estabilidad del SF25. Con la competencia feroz, cada décima de segundo cuenta, y los pilotos son conscientes de que la clasificación podría ser decisiva. Lewis Hamilton ha expresado sus preocupaciones sobre la disparidad en el rendimiento entre los coches, lo que añade otra capa de presión a Ferrari. La incertidumbre sobre si el nuevo suelo proporcionará la solución que tanto necesitan es palpable.
Con el Gran Premio de Bahréin a la vuelta de la esquina, los ojos del mundo del automovilismo estarán fijos en Ferrari. La pregunta es: ¿podrán transformar su suerte y recuperar la competitividad que una vez tuvieron? La respuesta podría definir su temporada y su futuro.