Max Verstappen ha lanzado una seria advertencia a Red Bull tras un desastroso Gran Premio de Bahréin, donde terminó en un decepcionante P6. La frustración del campeón mundial se hizo evidente cuando, después de una calificación horrible, se vio obligado a luchar desde la última posición. A pesar de una estrategia que le permitió recuperar algunas posiciones gracias a un safety car, Verstappen no pudo ocultar su descontento con el rendimiento del coche, que ha sido calificado de “terrible”.
Durante la carrera, el piloto se quejó constantemente de problemas con los frenos, expresando: “No puedo frenar más, esto es ridículo”. La incapacidad del RB21 para competir al más alto nivel ha llevado a Verstappen a cuestionar su futuro en el equipo. Con un contrato que le permite explorar otras opciones, el cuatro veces campeón está considerando seriamente su salida si la situación no mejora rápidamente.
La tensión dentro de Red Bull es palpable. La falta de desarrollo del coche y las paradas lentas en boxes han minado las posibilidades de Verstappen de luchar por el campeonato. Mientras que otros equipos como Mercedes y Ferrari avanzan, Red Bull parece estancado, lo que ha llevado a Verstappen a afirmar que “no se ve como un contendiente para el título en 2025”.
Las palabras de Verstappen son un claro mensaje: si Red Bull no soluciona sus problemas técnicos pronto, el futuro del campeón podría estar en otro equipo. Con la presión aumentando y la competencia al acecho, la próxima carrera será crucial para determinar si Verstappen se queda en Red Bull o busca nuevas oportunidades en la parrilla. La incertidumbre está en el aire, y el tiempo corre.