Tensión y vergüenza marcan la graduación de la infanta Sofía, donde la reina Letizia se convierte en el centro de un escándalo inesperado. Lo que debería haber sido un día de orgullo y celebración se transformó en un conflicto que ha sacudido los cimientos de la familia real española. Según fuentes cercanas, la madre de la graduanda asumió un control extremo, interrumpiendo la ceremonia y generando incomodidad entre los asistentes.
La infanta Sofía, quien se graduó del bachillerato internacional en el Atlantic College de Gales, se encontró en medio de un tumulto emocional. Testigos afirman que la reina Letizia revisaba cada detalle del evento, desde el vestuario de su hija hasta los encuadres de las cámaras, lo que provocó que la joven se sintiera atrapada y avergonzada. En un entorno donde la espontaneidad debería prevalecer, la reina impuso una atmósfera de rigidez que culminó en una explosiva discusión entre madre e hija tras la ceremonia.
Los organizadores del evento han filtrado que, en un área privada del colegio, Sofía, cansada de la vigilancia constante, recriminó a Letizia por no respetar su independencia. La tensión entre ambas se hizo insostenible, revelando un conflicto que muchos ya sospechaban: la infanta anhela libertad y un espacio propio, mientras que su madre, con fama de perfeccionista, no parece dispuesta a soltar el control.
Este incidente ha abierto un debate sobre los límites de la maternidad y la presión de ser parte de la realeza. La pregunta que queda en el aire es: ¿está la reina Letizia sobrepasando los límites en su relación con Sofía? La comunidad espera respuestas, mientras el escándalo sigue resonando en los pasillos de la Casa Real.