¡ESCÁNDALO EN COLOMBIA! El concejal Daniel Briseño ha destapado un escandaloso gasto de más de 270 millones de pesos en el viaje de la ministra de Relaciones Exteriores, Laura Sarabia, a China, revelando documentos que dejan al descubierto lujosos gastos que han generado indignación entre los ciudadanos. Este desembolso, que incluye tiquetes de primera clase y viáticos en efectivo, se ha convertido en el centro de un intenso debate, especialmente porque hasta ahora no se han presentado beneficios concretos para el país.
El viaje, que tenía como objetivo formalizar la adhesión de Colombia a la iniciativa de la franja y la ruta, ha sido eclipsado por la magnitud de los gastos. Según Briseño, el desglose financiero muestra que la comitiva, compuesta por la ministra y otros siete miembros, incurrió en costos exorbitantes, donde Sarabia lideró el gasto con más de 40 millones de pesos. La inclusión de la influenciadora Lalis en la delegación ha despertado escepticismo, ya que su participación ha sido cuestionada y los costos asociados a su viaje superan los 29 millones de pesos.
A más de un mes de la visita, no se han anunciado acuerdos comerciales significativos ni inversiones estratégicas, lo que ha llevado a muchos a preguntarse sobre el verdadero impacto de esta misión diplomática. La falta de respuestas claras por parte del gobierno ha alimentado las críticas, y el silencio de la cancillería solo ha intensificado el descontento público.
La controversia en torno a este viaje resalta la necesidad urgente de mayor transparencia y rendición de cuentas en el uso de recursos públicos. En un contexto económico difícil para el país, cada peso invertido en actividades oficiales debe estar plenamente justificado. La indignación ciudadana es palpable en redes sociales, donde se cuestiona si estos gastos son realmente necesarios para la proyección internacional de Colombia o si deberían destinarse a prioridades más urgentes. La pregunta queda en el aire: ¿qué beneficios reales ha traído este costoso viaje?