En un momento conmovedor y lleno de emoción, la Princesa Leonor ha dejado una huella imborrable en la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, celebrada en Oviedo. Con un discurso que resonó en los corazones de los presentes, la heredera al trono no solo recordó la importancia de estos galardones, sino que también destacó los valores fundamentales que representan. “El valor no está solo en las medallas, sino en la actitud ante la adversidad”, afirmó, subrayando la necesidad de perseverancia en tiempos difíciles.
La Princesa, quien ha sido presidenta de honor de la Fundación Princesa de Asturias durante una década, expresó su agradecimiento a los premiados y a todos los que hacen posible esta celebración. En un tono cercano y auténtico, compartió su conexión personal con Asturias, la tierra de su familia materna, y evocó la alegría que siente al estar rodeada de personas que comparten un mismo espíritu de esperanza y lucha.
Su discurso incluyó referencias a la importancia de la democracia y la convivencia, citando al pensador Michael Ignatiev y al cantautor Joan Manuel Serrat, cuyas palabras y música han inspirado a generaciones. Leonor instó a los jóvenes a “pelear por lo que quieren” y a no perder la fe, recordando que “hoy puede ser un gran día y mañana también”.
La ceremonia, marcada por la música y el aplauso, se convirtió en un llamado a la acción y a la esperanza, dejando claro que, a pesar de las adversidades, siempre hay motivos para seguir adelante. La Princesa Leonor, con su discurso apasionado, ha demostrado que la juventud puede ser un motor de cambio y un faro de luz en tiempos oscuros.