El cantante eligió el Auditorio Nacional de la Ciudad de México para hablar de los problemas que atravesó su relación. Cuando todos creían que la relación era perfecta, demostró que a las celebrities les pasa como a todos.

Para los que creían que las casi dos décadas de pareja de Enrique Iglesias y Anna Kournikova eran de cuento, un sinceramiento del cantante lo puso en otro lugar. Los tortolitos sufrieron lo que todos: desgaste, peleas y hasta la duda. Y estuvieron a punto de separarse.

El español quiso derrumbar esa imagen idílica y, quizá como una forma de acercarse a sus seguidores, apeló a la honestidad brutal. En el Auditorio Nacional de México, contó que el vínculo estuvo dos veces al borde del precipicio.

Se conocieron durante el rodaje del videoclip Escape, en 2001, en Miami. Desde entonces, nunca más se separaron, pero puertas adentro la convivencia fue difícil en varios tramos.

“Llevo 17 años con mi novia; 17 años. Ha habido momentos buenos, momentos malos. Momentos que me quiere mandar a la chingada”, bromeó. “Hubo una vez, bueno, dos veces en específico, que me dijo: ‘Ya no más’. Y me acuerdo, esto es verdad, que escribí esta canción para pedir perdón. Esta es mi terapia: escribir”, añadió. “Con este discurso dio paso a la canción Enamorado por primera vez, de su segundo álbum, Vivir.

​En 2017 fueron padres de mellizos, Nicholasy y Lucy, algo que afianzó su relación. Como los fans nunca se habían enterado del embarazo, varios hicieron correr el rumor de que Iglesias había “alquilado” un vientre para ser papá y no lo admitía. A cuatro meses de la llegada de los niños, Anna y Enrique decidieron que las habladurías se terminaran. Y exhibiendo la prueba: la rubia subió una imagen de su panza, cuando cursaba sus últimos días de gestación.

En octubre pasado,él contó que tenían “más 𝓈ℯ𝓍o que nunca” luego de la llegada de los bebés. Y sumó: “Es increíble verla ser tan buena madre, hacer lo que hace cuando sus instintos maternos se activan y salen a la luz”.