**El Último de Los Fugitivos fue Abatido: Así Cayó Carlos González**
En una mañana nublada en Ciudad de México, el último fugitivo que dividió al país, Carlos González, fue abatido en un violento enfrentamiento con las autoridades. A las 6:14 de la mañana del 3 de junio, una operación meticulosamente planificada por la Marina y la Policía de la Ciudad de México culminó en un tiroteo que resonó en el corazón de la capital. González, conocido por haber sido un sobreviviente de la masacre que sacudió a México, se había ocultado tras una identidad falsa y una vida de lujo, pero en cuestión de minutos, su historia llegó a un abrupto final.
Cuando las fuerzas del orden cercaron su vehículo, Carlos no se rindió. Armado y decidido a no ser capturado, abrió fuego, desatando el caos en la exclusiva zona de Polanco. En menos de un minuto, la operación se convirtió en un enfrentamiento armado, donde González fue abatido junto a sus escoltas. La escena, marcada por el estruendo de las balas y el eco de la pólvora, fue un recordatorio brutal de la violencia que azota al país.
Las autoridades confirmaron que en el interior del vehículo se hallaron evidencias que revelan la conexión de González con el crimen organizado. Un maletín con $250,000 en efectivo, múltiples pasaportes falsos y armas de guerra, como un AK-47, evidencian que su huida no era un acto desesperado, sino un plan meticulosamente elaborado para desaparecer del mapa.
Omar García Harfuch, responsable del operativo, dejó claro ante los medios que esta no fue una ejecución extrajudicial, sino una respuesta a la agresión armada. La narrativa que antes lo presentaba como víctima se desmoronó, dejando solo ecos de traición y complicidad. La muerte de Carlos González no solo cerró un capítulo oscuro, sino que dejó al país con más preguntas que respuestas. ¿Era realmente un sobreviviente o un traidor? La verdad, ahora sellada en balas, resuena más fuerte que nunca.