**HARFUCH DESENMASCARA A LUCIANA VEGA: La mujer que infiltró al gobierno y financió al CJNG**
En un giro impactante, el comandante Omar García Harfuch ha desmantelado una de las operaciones más sofisticadas de infiltración gubernamental en México. Luciana Vega, alias Guadalupe Hernández, fue arrestada en una operación encubierta en Ciudad Azteca, donde durante seis años logró desviar cientos de millones de pesos hacia el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) sin levantar sospechas.
La escena era inquietante: en un despacho iluminado a solas, la funcionaria modelo, conocida por su eficiencia en la administración pública, se encontró rodeada por agentes de inteligencia. Su captura revela una trama de corrupción que ha mantenido a una ciudad entera de rodillas, alimentando violencia y desinformación a través de contratos públicos manipulados.
Desde un sistema de empresas fachada hasta una red de subcontratación en cascada, Vega operó sin armas ni guardaespaldas, utilizando su inteligencia para construir un entramado que desvió recursos hacia el crimen organizado. Cada licitación pública que firmaba escondía un engaño, mientras que los auditores y órganos de control permanecieron ciegos ante la simulación.
La operación, conocida como “papel de seda”, se inició tras una sospecha de Harfuch sobre la perfección administrativa de Ciudad Azteca. Tras meses de investigación, se hallaron más de 4,211 contratos sospechosos y una red de complicidades que envuelve a funcionarios, políticos y hasta un senador, Miguel Ángel Mendoza.
La captura de Luciana Vega no es solo un triunfo en la lucha contra la corrupción; es un grito de alerta sobre la fragilidad del sistema político mexicano frente a la infiltración criminal. Mientras el país se sacude ante este escándalo, la pregunta persiste: ¿cuántos más operan en la oscuridad, camuflados entre la burocracia? La telaraña se ha roto, pero el veneno sigue circulando. ¿Estamos listos para enfrentar la nueva cara del crimen organizado?