**Familiares de víctimas de la discoteca Jet Set claman desesperadamente por los restos de sus seres queridos**
Una profunda tristeza y desesperación se sienten en las afueras del Instituto Nacional de Patología Forense, donde familiares de las víctimas de la tragedia de la discoteca Jet Set, que el pasado martes dejó un saldo trágico de 221 muertos, aguardan ansiosos la entrega de los cuerpos de sus seres queridos. Desde tempranas horas de la mañana, un grupo de personas, algunas de ellas visiblemente alteradas y en estado de angustia, clama por respuestas mientras la identificación de los cadáveres avanza a un ritmo agonizante.
“¡Por favor, dennos a nuestros muertos!”, gritan entre lágrimas aquellos que han pasado la noche en vela, esperando el momento de darle un último adiós a sus familiares. La impotencia se palpa en el ambiente, con denuncias de que algunos cuerpos entregados no corresponden a los que buscan. “Nos están entregando cuerpos equivocados”, relata una mujer que perdió a su padre en la tragedia, mientras otros se suman a su lamento.
La situación se torna insostenible; el olor del dolor y la desesperación se mezcla con el de la muerte, y se hace evidente que muchos de los que aguardan están al borde de un colapso emocional. “¡Queremos justicia!”, exigen, ya que sienten que la respuesta de las autoridades es insuficiente ante la magnitud de la tragedia. Entre el grito colectivo, surge un llamado a la humanidad y a la compasión en un momento de profunda crisis.
Mientras tanto, la presión aumenta sobre el gobierno para que se esclarezcan las causas del colapso de la discoteca y se garanticen respuestas rápidas y efectivas a las familias afectadas. La comunidad, en luto, se une en un clamor por dignidad en el tratamiento de los restos de aquellos que perdieron la vida en esta devastadora tragedia. La angustia de estos familiares es un recordatorio desgarrador de la fragilidad de la vida y la necesidad urgente de justicia y reparación.