El Reino del Planeta de los Simios supone un gran avance para la saga simia, una epopeya de 145 minutos sobre legado y rebelión. Dirigida por Wes Ball, se ambienta generaciones después de César, con Noa (Owen Teague) liderando un clan de cetrería hasta que el tirano Próximo César (Kevin Durand) lo amenaza todo. El guion de Josh Friedman construye un nuevo mundo —ciudades simiescas, ruinas humanas— mientras lidia con la memoria y el poder.
La captura de movimiento de Noa, interpretada por Teague, es conmovedora; su curiosidad, un faro; el Próximo de Durand es un déspota carismático, con discursos escalofriantes. La Nova humana, interpretada por Freya Allan, aporta esperanza, mientras que Raka, interpretado por Peter Macon, se roba escenas con sabiduría. La cinematografía de Gyula Pados —valles verdes, presas oxidadas— deslumbra; los efectos visuales de Weta hacen que los simios parezcan vivos. La banda sonora de John Paesano evoca la de Goldsmith, con un montaje vasto pero íntimo. La acción —batallas en puentes, clímax con inundaciones— es magnífica, y el estilo de Ball al estilo de Maze Runner cobra mayor importancia. La película cuestiona el progreso frente a la avaricia, y su estreno en 2024 refleja la doble filo de la tecnología. Algunos consideran que el arco argumental de Noa es lento, pero su ambición es admirable. Un éxito de taquilla, Kingdom reinicia la franquicia con corazón, demostrando que los simios aún dominan el alma del cine.