**La “Cúpula dorada” de Trump: Nueva era defensiva o fantasía militar**
En un giro sorprendente que podría cambiar el panorama de la defensa estadounidense, el presidente Donald Trump ha revelado oficialmente los planes para la “Cúpula dorada”, un sistema antimisiles de vanguardia que promete proteger al país de amenazas globales inminentes, especialmente de potencias como China y Rusia. Con un costo estimado de 175,000 millones de dólares, esta ambiciosa iniciativa busca interceptar misiles provenientes de cualquier rincón del mundo, incluso desde el espacio.
El anuncio, realizado desde la Casa Blanca, marca el cumplimiento de una de las promesas más audaces de Trump durante su campaña presidencial. Inspirado en el exitoso sistema de defensa israelí conocido como la “Cúpula de hierro”, el proyecto se presenta como una respuesta necesaria ante las crecientes capacidades misilísticas de adversarios como China, que actualmente posee 400 misiles balísticos intercontinentales, y Rusia, con 350. En este contexto, la Cúpula dorada se perfila como un escudo vital ante un arsenal en expansión.
Trump no escatimó en detalles técnicos: el sistema integrará tecnologías de última generación, incluyendo satélites de defensa y unidades de lanzamiento que operarán desde tierra, mar y aire. Además, se espera que sea completamente operativo antes de que termine su mandato, en un plazo de tres años. Sin embargo, el desafío es monumental; la historia de iniciativas de defensa similar, como el programa de defensa estratégica de Ronald Reagan en los años 80, está llena de fracasos y sobrecostos.
La urgencia de este anuncio no puede subestimarse. Con el Pentágono en alerta máxima ante la amenaza inminente de ataques balísticos, la Cúpula dorada se presenta no solo como un proyecto militar, sino como una declaración política en tiempos de creciente tensión internacional. La pregunta que queda es: ¿será esta cúpula la salvación de la patria o un castillo en el aire?