El conflicto entre Mauro Icardi y Wanda Nara ha alcanzado un nuevo pico de tensión, convirtiéndose en un verdadero infierno legal por la tenencia de sus hijas. Desde Turquía, Icardi ha estallado en redes sociales, denunciando que le están prohibiendo hablar con sus pequeñas y advirtiendo que está dispuesto a llevar el caso a los tribunales. “Voy por la tenencia de mis hijas”, afirmó el futbolista, marcando un giro dramático en esta saga que ha capturado la atención del público.
La madrugada en Estambul se tornó amarga para Icardi, quien aguardaba en vano una videollamada prometida con sus hijas, un encuentro esencial en el proceso de revinculación judicial. Al no recibir la llamada, su frustración se transformó en furia, atacando no solo a Wanda, sino también a los medios que, según él, minimizan el conflicto. Aseguró que la ruptura de su vínculo familiar fue un capricho de la madre, y lanzó acusaciones graves contra el entorno legal de Nara, incluyendo su abogado.
Las tensiones se intensifican aún más con la sombra de la China Suárez, quien ha sido relacionada con Icardi en el pasado. Durante una videollamada previa, las niñas expresaron su deseo de ver el cuarto de su padre en Turquía, un espacio que supuestamente está ocupado por los hijos de la actriz. Esta situación añade una capa de complejidad emocional a un conflicto que ya está repleto de acusaciones y desconfianza.
Mientras tanto, Wanda Nara se mantiene en silencio, compartiendo imágenes de una vida de lujo en redes sociales, lo que ha llevado a muchos a preguntarse si está protegiendo a sus hijas o evitando un enfrentamiento legal complicado. La guerra por la custodia de las niñas se intensifica, y la pregunta que persiste es: ¿quién saldrá victorioso en esta batalla que, a pesar de su naturaleza pública, debería ser privada? Con cada declaración y cada movimiento, se siente que la tormenta apenas comienza a desatarse.