En una inesperada y tensa edición de “Cuestión de Peso”, Camila ha desatado un acalorado debate tras revelar que su aumento de peso se debió a un reciente robo que sufrió, lo que la ha dejado sumida en el miedo y la ansiedad. La situación se tornó crítica cuando, a solo horas de la eliminación, se dio a conocer que había subido 500 gramos, lo que la coloca en una difícil posición: necesita perder 1.200 gramos para evitar la eliminación.
Durante el desayuno, los participantes estaban en alerta máxima mientras Camila compartía su experiencia traumática, lo que ha generado reacciones encontradas entre sus compañeros. “Los nervios me están absorbiendo”, confesó, dejando entrever que la presión del programa y el incidente la han afectado profundamente. La tensión en el aire era palpable, y las acusaciones de “excusas” comenzaron a surgir, planteando la pregunta: ¿es real su justificación o simplemente un intento de evadir la responsabilidad?
La hostilidad entre los participantes se intensificó cuando se cuestionó la validez de su argumento. Un clima de competencia feroz se apoderó del estudio, y las miradas críticas no se hicieron esperar. “No hay excusas para no bajar de peso”, sentenció una de sus compañeras, desatando un intercambio de palabras que dejó a todos atónitos.
La atmósfera se tornó aún más tensa conforme el programa avanzaba, con los participantes luchando por mantener la calma en medio de la tormenta emocional. La pregunta que todos se hacen ahora es: ¿será Camila capaz de superar este obstáculo o caerá ante la presión?
El episodio ha capturado la atención de los televidentes, quienes están ansiosos por ver el desenlace de esta complicada situación. Con el reloj en contra y la presión aumentando, los próximos días serán cruciales para Camila y sus compañeros en “Cuestión de Peso”.