Benjamín Vicuña se enfrenta a la profunda angustia de recordar a su hija Blanca, quien falleció trágicamente a los seis años, en un emotivo homenaje en el día que habría celebrado su cumpleaños número diecinueve. El 15 de mayo, Vicuña compartió una carta desgarradora que ha resonado en corazones de todo el mundo, un testimonio conmovedor del amor que perdura más allá de la muerte.
La carta, escrita con una voz llena de ternura y dolor, se convierte en un refugio de recuerdos donde las palabras abrazan el vacío dejado por Blanca. “Te dormiste en septiembre. Por un tiempo se acabaron las risas”, escribe Vicuña, recordando la devastación que sintió al perder a su hija por una neumonía fulminante en 2012. Con cada línea, transforma el duelo en un canto a la vida y a las memorias que nunca se desvanecen.
Vicuña evoca momentos especiales, como su nacimiento en medio de la lluvia y la cordillera, y reflexiona sobre cómo Blanca sigue viva en las risas de sus hermanos y en las fotografías que cobran vida. “Hoy se celebra la vida, tu eternidad”, concluye, creando una imagen de su hija danzando libre y feliz, un símbolo de la esperanza que se aferra a los corazones de quienes la amaron.
El impacto de sus palabras ha sido abrumador, generando una ola de mensajes de amor en redes sociales, donde muchos agradecen a Vicuña por recordarnos la fuerza del amor que trasciende la pérdida. En este homenaje, Vicuña no solo recuerda a su hija, sino que también invita a todos a reflexionar sobre cómo la pérdida puede convertirse en belleza y conmemorar a quienes amamos. Su carta es un recordatorio de que, aunque la ausencia duele, el amor siempre prevalece.