La hija más pequeña de Rubby Pérez, el icónico cantante de merengue, está en el centro de una controversia familiar que ha captado la atención de muchos. En un giro inesperado tras la muerte de su padre, la joven ha comenzado a exigir un lujoso Rolls Royce, valuado en millones, que el artista dejó como parte de su herencia. La situación se ha vuelto tensa, ya que sus hermanos también tienen derecho a las propiedades del fallecido, pero ella solo quiere el automóvil.
El Rolls Royce, una joya automovilística valorada en aproximadamente 33,000 dólares, simboliza no solo el éxito del artista, sino también su estilo de vida extravagante. Rubby Pérez, conocido por su talento y su generosidad, siempre se dio lujos, y este auto es un claro reflejo de eso. La hija menor, en un acto de determinación, ha manifestado que está dispuesta a renunciar a otras propiedades familiares, pero no al vehículo que su padre le dejó. “Quiero esa guagua para moverme a donde quiera”, declaró, dejando claro que su deseo va más allá de lo material; es un vínculo emocional con su padre y su legado.
La noticia ha generado un debate en las redes sociales, donde los seguidores de Rubby Pérez expresan diversas opiniones. Algunos apoyan a la joven en su exigencia, argumentando que es su derecho como hija, mientras que otros creen que debería haber un acuerdo más equitativo entre los hermanos.
El legado de Rubby Pérez sigue vivo, no solo a través de su música, sino también en las decisiones que su familia debe tomar en este momento difícil. La lucha por el Rolls Royce no es solo una disputa sobre un bien material; es un recordatorio de la huella que dejó un hombre que, más allá de su fama, fue un padre que cuidó de su familia. ¿Quién merece el auto? La respuesta podría ser tan compleja como la historia de la familia misma.