¡URGENTE! Lewis Hamilton rompe su silencio tras un escándalo monumental en el Gran Premio de Miami, acusando a Ferrari de traicionarlo en plena carrera. “La telemetría me dejó en la estacada”, declaró el siete veces campeón, evidenciando un quiebre crítico entre él y su equipo.
En un fin de semana desastroso, Hamilton, que comenzó desde la posición 12, vivió una pesadilla en su primer intento de calificación de la temporada. La oportunidad de un cambio estratégico llegó con el coche de seguridad virtual, pero Ferrari falló en actuar. Hamilton, ansioso por adelantar a su compañero de equipo, Charles Leclerc, pidió ser dejado pasar, solo para recibir un silencio ensordecedor y un comentario sarcástico: “Hagan una pausa para el té”. Este momento marcó el inicio de una crisis de confianza.
Cuando finalmente lo dejaron pasar, ya era demasiado tarde. Ferrari no solo desperdició valiosas vueltas, sino que también perdió la oportunidad de atacar. El resultado fue devastador: McLaren se llevó un doblete, mientras que Ferrari se hundió más de 150 puntos en el campeonato. La telemetría mostró que Hamilton, con neumáticos más rápidos, aún era más lento que Leclerc, un síntoma alarmante del desastroso rendimiento del SF25.
La situación es crítica; Ferrari ha demostrado no tener margen de error. Cada decisión tardía les costó tiempo y puntos valiosos, y los datos revelan que incluso Williams tuvo un ritmo más estable que ellos. Hamilton, frustrado, se preguntó: “¿Quieren que también deje pasar a un Williams?”. Sus palabras, cargadas de desesperación, resuenan como un grito de auxilio.
Con el inicio de la temporada europea, Ferrari no puede permitirse más fallos. Si no actúan con rapidez y determinación, no solo perderán a Hamilton como piloto, sino como un símbolo de su legado. La presión está sobre ellos; el tiempo se agota y la Fórmula 1 no espera. ¿Podrá Ferrari revertir esta situación antes de que sea demasiado tarde?