Tras su retirada, el tenista disfrutó de una comida familiar en Fuengirola, una localidad muy próxima a Marbella y Estepona, donde el tenista ha invertido una cifra millonaria para construir viviendas de lujo.
afa Nadal peléo cada punto hasta el final durante sus 20 años de carrera profesional, pero llegó el día de su despedida. El 14 veces campeón de Roland Garros y de 22 Grand Slam, en total, puso fin a su carrera en la Copa Davis de Málaga, siendo uno de los tenistas más laureados, queridos y respetados de la historia de este deporte. El tenista balear, de 38 años, comienza una nueva etapa de su vida, feliz por haber conseguido más de lo que habría imaginado en el tenis, y con la esperanza de haber inspirado a futuras generaciones.
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El guerrero merece su descanso y ha comenzado su nueva vida disfrutando de una agradable estancia en la Costa del Sol con su familia. Siempre tuvo claro que sus éxitos fueron fruto del trabajo de equipo, donde tuvo claro que cada persona que lo acompañó fue esencial en su camino hacia la cima. Así lo dijo el día de su adiós y junto a ellos ha querido celebrarlo. La familia Nadal salió a comer a un restaurante de Fuengirola, una localidad muy próxima donde el deportista desarrollará un proyecto de viviendas de lujo junto al empresario Abel Matutes. Ese días las prisas, la raqueta y los entrenamientos fueron sustituidos por la calma de una agradable comida y una conversación frente al mar en Los Marinos José, un restaurante familiar dirigido por el cocinero Pablo Sánchez situado en el Paseo Marítimo de Fuengirola.
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Sus padres, Ana María Parera y Sebastián Nadal, su esposa Mery Perelló y su hermana Maribel, todos disfrutaron de una agradable comida y del buen tiempo que reinaba en la Costa del Sol. Nadal siempre ha sido una persona muy familiar, al que le encanta pasar tiempo con los suyos y más ahora que se ha estrenado como padre de Rafa Jr., que acaba de cumplir dos años. Junto a ellos comenzó su descanso en la ciudad andaluza y en ellos centrará sus esfuerzos, además de en su faceta como empresario e inversor.
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El mallorquín posee un patrimonio aproximado 250 millones de euros gracias a sus incontables logros en los torneos que ha disputado, además de sus jugosos contratos publicitarios con varias firmas Nike, Kia, Banco Santander, Babolat, Richard Mille y Amstel. Gracias a su fortuna, los negocios de Rafa Nadal siguen expandiéndose. Además de este proyecto inmobiliario en la Costa del Sol, en el que construirá viviendas de lujo en las localidades de Marbella y Estepona, pretende abrir un nuevo club de tenis en Málaga. La sociedad con la que gestiona todos sus negocios es el holding familiar Aspemir que cuenta con un patrimonio de 200 millones de euros. Ahí figura centro deportivo Centre Esportiu Manacor y la Academia que lleva su nombre. Además del edificio de lujo en la plaza de Villa París, en Madrid, inmuebles comerciales en Barcelona, Mallorca o Valencia, negocios en energías renovables, la cadena de restaurantes Tatel y su alianza con Meliá para lanzar la nueva marca ZEL, que prevé inaugurar 20 hoteles antes de 2030.
