En las grandes finales de los mejores torneos de tenis siempre hay una mujer en la grada que, parapetada tras unas gafas de sol, aplaude los golpes ganadores de Rafa Nadal. Es Xisca Perelló, su mujer desde 2019.
María Francisca Perelló nació en Manacor, la misma localidad que el gran tenista, el 7 de julio de 1988, un mes y dos años después que él. En 2005 comenzaron su relación, que acabó en boda 14 años después, el 19 de octubre de 2019, con los Reyes Eméritos entre sus invitados.
En su gran día Xisca lució un vestido de Rosa Clará realizado con encaje francés, micropedrería y con una cola sobrecola extraíble. Discreto, como es ella. Porque la discreción es la palabra con la que la describe todo aquel que la conoce y que la hace un personaje bastante inaccesible.
Si ya fue una niña aplicada y sencilla en sus años en el colegio de monjas La Pureza de María, los laureles de su ahora marido no la han desviado ni un ápice de esa forma de comportarse educada, sonriente tirando a tímida y siempre en segundo plano.
La trayectoria profesional de Xisca Perelló
Hija del constructor Bernat Perelló y la funcionaria del Ayuntamiento de Manacor María Pascual, Xisca estudió después Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Baleares, hizo prácticas en el departamento de Comunicación de Endesa, en Palma de Mallorca, trabajó en Londres en la empresa deportiva IMG y en Mapfre, y luego desembarcó en la Fundación Rafael Nadal.
Actualmente es la directora general de esta institución, que tiene como objetivo, en sus palabras, “ayudar a niños y adolescentes a través del poder transformador del deporte y de la educación”.
Una trayectoria en la que ha ido dejando siempre la misma estela: minuciosa, puntillosa, detallista, profesional, una chica muy normal que sabe estar en su sitio, discreta, comprometida y accesible, puntual… Así la describen quienes han trabajado con ella.
Una discreción que lleva también a su estilo. Los vaqueros, azules, negros o blancos, protagonizan la mayoría de sus looks, acompañados de camisetas, camisas masculinas, americanas y sneakers.
Colores neutros, formas sencillas, si acaso unas mangas abullonadas o un suave estampado, que cambia por vestidos negros largos para las pocas alfombras rojas por las que pasa, normalmente relacionadas con su trabajo en la Fundación.
Xisca Nadal el día después
Sabía que decenas de periodistas iban a fotografiarla a su salida del hotel en París el día siguiente a que Rafa Nadal ganara de nuevo Roland garros. Eligió un vaquero blanco, una camiseta gris de manga larga y otra sin mangas del mismo tono. En los pies, unas sneakers.
El día de la boda
La bahía de Pollença fue el escenario de la boda de Rafa y Xisca. Él, con chaqué de Brunello Cuccinelli; ella, con vestido de Rosa Clará de escote a caja y manga larga.
Xisca en las gradas
Su presencia en los grandes torneos en los que participa el tenista es continua. Vaqueros, camiseta y americana es una de sus constantes, que sustituye por vestidos midi veraniegos cuando aprieta el calor.
Verano en el yate
La pareja surca aguas baleares a bordo de su impresionante yate. Para ello, sencillez extrema de Xisca: shorts vaqueros y camiseta de tirantes.
Xisca en la alfombra roja
De nuevo sencillez con este vestido largo negro con un ligero cut out en la cintura lateral.
El día a día
Pantalón y cazadora de cuero negro, camiseta blanca y sneakers. Comodidad y estilo diario de Xisca.