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Además de una variedad de supercoches de varias marcas, Lewis Hamilton también se hizo con un jet privado. El británico compró un Bombardier Challenger 605 de un llamativo color rojo por 29 millones de dólares en 2013. En su día, también reveló una regla que todos debían seguir a bordo de su posesión más preciada.
Durante su aparición en Jimmy Kimmel Live en 2015, se habló extensamente de su avión. El presentador del programa de televisión estadounidense se burló de Hamilton por su interesante historial amoroso. Después de una pequeña broma y del razonamiento de Hamilton detrás de la pintura roja brillante del avión, también reveló la regla única para todos los pasajeros.
El británico afirmó: “Se quitarán los zapatos. Ven a mi casa y sube a mi avión, primero te quitarás los zapatos ”.
Sin embargo, esta no era la única regla para quienes viajaban en el medio de transporte favorito del hombre de Mercedes . En 2017 se informó que el campeón de F1 es extremadamente posesivo con su baño.
En una ocasión, no le gustó que su piloto lo usara en su jet, especialmente para defecar. El británico se enojó muchísimo y quiso despedirlo de inmediato. Sin embargo, ahora es un hombre diferente y tiene otras cosas de las que preocuparse.
El ecologista Hamilton vendió su preciado avión privado
En los últimos años, Hamilton, que solía salir de fiesta y disfrutar de las ventajas de ser una estrella de la Fórmula 1, empezó a tomar partido en cuestiones medioambientales y sociales. Por eso, en 2019, el británico vendió su extravagante avión para reducir su huella de carbono.
La F1 suele ser criticada por los altos niveles de emisiones de carbono a lo largo de la temporada. Hamilton hizo su parte al cambiarse a un coche eléctrico y vender sus diversos vehículos, incluido su jet.
Esta decisión está en línea con su nuevo estilo de vida respetuoso con el medio ambiente. El hombre de 39 años ha realizado muchos cambios en su vida debido a su compromiso con la causa, incluso adoptando y promoviendo una dieta vegana.
Afortunadamente, ahora tanto Mercedes como la Fórmula 1 están en el mismo camino y están tomando medidas activas para reducir su huella de carbono. De hecho, la F1 está avanzando lentamente hacia cero emisiones de carbono para 2030.