Antonio Banderas
Antonio Banderas ha sido uno de los actores más exitosos y reconocidos a nivel internacional en el panorama actoral español. Desde La máscara del Zorro y Spy Kids hasta El gato con botas , el actor malagueño se ha consolidado tanto a nivel nacional como en Hollywood, ganando fans en todo el mundo. Sin embargo, no todos los aspectos de su vida han sido exitosos, ya que se ha visto involucrado en un asunto inmobiliario en los últimos años.
Según informa la revista Lecturas , una orden judicial pendiente de ejecución en 2015 ha permitido finalmente el derribo de La Gaviota, la casa del actor en primera línea de playa en Marbella. El derribo de los muros ha puesto punto final a una complicada historia que comenzó en 1995.
Antonio Banderas en una foto de archivo
Dani Pérez / EFE
Fue entonces cuando, mediante una orden de dudosa legalidad, el exalcalde de Marbella, Jesús Gil, construyó la casa en la urbanización Los Monteros. Durante los primeros años de su historia perteneció a la periodista Encarna Sánchez y, cuando ella falleció, Banderas compró el edificio en 1997. Allí pasó más de dos décadas, viviendo momentos significativos de su vida, como su matrimonio con la actriz estadounidense Melanie Griffith.
Los problemas legales comenzaron a cobrar notoriedad en los medios en 2009, cuando el hermano del intérprete reveló conversaciones con la comunidad del barrio de Los Monteros. En 2010, el Plan General de Ordenación Urbana legalizó la casa, pero un análisis posterior suspendió esa legalidad junto a otras miles de viviendas. Desde entonces, el actor ha tenido que lidiar con multitud de situaciones.
Vista aérea de La Gaviota tomada en 2024, antes de la demolición.
Una larga historia
El Tribunal Supremo fue el encargado de anular dicho Plan, cuya revisión en 2014 volvió a dejar al edificio en situación de legalidad. Sin embargo, en ésta había una condición dirigida a Banderas: debía ceder 1.243 metros cuadrados situados en el lateral. Según los documentos urbanísticos, se correspondían con terrenos no edificables, donde se iba a construir una depuradora pero que finalmente se utilizaron para ampliar el frente marítimo marbellí.
“No he cometido ninguna ilegalidad, compré la casa a un tercero con todos los papeles en regla y si el ayuntamiento me engañó no es culpa mía”, declaró Banderas en 2013 a Vanitatis , en medio de las idas y venidas con el Plan General de Ordenación Urbana. Finalmente, las excavadoras derribaron los muros en los últimos días.