¡ESCÁNDALO EN EL GOBIERNO DE PETRO! El ministro del Interior, Armando Benedetti, se encuentra en el ojo del huracán tras revelaciones explosivas sobre su estilo de vida ostentoso. Un reloj de $170,000 que, según él, es “chimbo”, ha desatado una tormenta mediática y seis investigaciones en la Corte Suprema que sacuden los cimientos de su administración.
La controversia comenzó cuando Ariel Ricardo Armel, presidente de la fundación libremente, cuestionó abiertamente la capacidad de Benedetti para costear tal lujo. La respuesta del ministro fue una mezcla de burla y defensa, pero no logró aplacar las dudas sobre sus finanzas. En un intento por justificar su elección de accesorios, Benedetti afirmó que el reloj era un regalo de Turquía, pero la historia no termina ahí.
Armel no se detuvo. En una nueva publicación, mostró a Benedetti con otro reloj lujoso, planteando la inquietante pregunta: ¿Cuántos relojes chimbos tiene? Este giro no solo expone un posible patrón de comportamiento, sino que también conecta el escándalo del reloj con un trasfondo de investigaciones legales que podrían comprometer su carrera.
La situación ha escalado rápidamente, transformando una simple anécdota en un debate sobre la integridad y la transparencia en el gobierno. La frase “Deje de mentirle a Colombia” resuena en la opinión pública, que comienza a cuestionar la ética de un ministro que debería ser un modelo de responsabilidad.
Mientras el país enfrenta serios problemas económicos, la ostentación de un reloj, ya sea real o falso, se convierte en un símbolo de desconexión entre la élite política y la ciudadanía. Este escándalo no es solo sobre un objeto de lujo, sino sobre la confianza en las instituciones y la necesidad de rendición de cuentas.
La crisis se intensifica. ¿Logrará Benedetti salir airoso de esta tormenta? La atención de Colombia está fija en él, y el tiempo corre.