Todo comenzó en el set del videoclip de “Escape”, cuando Enrique Iglesias y la entonces estrella del tenis Anna Kournikova se vieron por primera vez. Lo que parecía un simple encuentro profesional se convirtió en una atracción imposible de disimular. A partir de ese rodaje, las cámaras captaron algo más que la actuación: la química entre ellos era real, intensa y casi eléctrica.
En pocos meses, Enrique y Anna desaparecieron del foco mediático, y lo que siguió fue una relación tan apasionada como secreta. Fuentes cercanas a la pareja afirman que viajaron en vuelos privados con nombres falsos, se comunicaron mediante teléfonos encriptados y que nadie sabía dónde vivían realmente. Los rumores de boda dieron la vuelta al mundo durante años, pero la pareja nunca confirmó nada, afirmando que “el amor no necesita papeleo”.
Sin embargo, lo verdaderamente impactante ocurrió en 2017, cuando el mundo se enteró de una noticia increíble: ¡Enrique y Anna se habían convertido en padres de gemelos! 😱 Nadie lo vio venir. Ningún paparazzi capturó a Anna embarazada, ni una sola foto filtrada, ni una sola pista. Un día, Lucy y Nicholas simplemente aparecieron en redes sociales… como caídos del cielo.
Algunos periodistas afirmaron que Anna había desaparecido durante meses, escondida en una mansión de Miami con un pequeño grupo médico privado. Otros afirmaron que el nacimiento se programó con la más estricta confidencialidad, en una clínica suiza donde nunca se reveló el nombre de la paciente.
El misterio era tan grande que incluso surgieron teorías sobre una gestación subrogada o un parto secreto fuera de Estados Unidos. Lo cierto es que la pareja nunca lo confirmó ni lo desmintió, alimentando así una de las historias más enigmáticas y románticas del mundo del espectáculo.