**Título: Violencia en la puerta de Radio Mitre: Eduardo Feinman agredido por un sindicalista**
En un giro inesperado que ha sacudido a la opinión pública, el reconocido periodista Eduardo Feinman fue agredido físicamente esta mañana por el sindicalista Marcelo Pereta frente a las instalaciones de Radio Mitre. Lo que comenzó como un intercambio verbal se convirtió rápidamente en una escena caótica de insultos y golpes, dejando una huella de violencia que no se puede ignorar.
Feinman, al salir de su programa, fue interceptado por Pereta, quien lo esperaba junto a su hijo y un cómplice. Según el periodista, esta emboscada estaba cuidadosamente planificada. Las imágenes que circulan en redes sociales muestran a Pereta forcejeando con un agente de policía y lanzando una patada a Feinman, además de causar daños a su vehículo. “Me duele más el nivel de violencia y la impunidad que el daño físico”, declaró Feinman, exigiendo que se tomen medidas contundentes contra Pereta.
Este ataque no solo plantea interrogantes sobre la seguridad de los periodistas en Argentina, sino que también abre un debate crucial sobre la violencia en el sindicalismo. La figura de Pereta, un farmacéutico que ha sido crítico de varios gobiernos, ahora se encuentra en el centro de una tormenta mediática que podría redefinir su carrera.
Las reacciones en las redes sociales no se hicieron esperar: mientras algunos apoyan a Feinman y piden sanciones severas contra Pereta, otros minimizan el hecho, recordando las constantes provocaciones del periodista. La denuncia formal de Feinman ya está en manos de la justicia, y el video grabado por el hijo de Pereta podría ser clave en el proceso.
Este violento episodio plantea una pregunta inquietante: ¿qué harán los gremios y la política ante esta agresión? La respuesta podría revelar mucho sobre la dinámica interna del sindicalismo argentino en un momento crítico. La democracia se fortalece con el debate, pero el ataque a Feinman es un recordatorio escalofriante de que la violencia sigue presente en el panorama político. La historia apenas comienza, y sus repercusiones se sentirán en las próximas semanas.