**DIRECTO: TRUMP FIRMA ORDENES EJECUTIVAS CONTRA EL CRIMEN EN WASHINGTON**
En un giro inesperado de los acontecimientos, el expresidente Donald Trump ha firmado una serie de órdenes ejecutivas destinadas a combatir el crimen en Washington D.C., proclamando que la capital de la nación es ahora “la ciudad más segura” del país. En un evento cargado de energía, Trump afirmó que, en los últimos once días, no ha habido asesinatos en la ciudad, un hecho que, según él, marca un hito histórico.
“Washington D.C. era un campo de batalla, pero ahora es un lugar donde la gente quiere volver a salir a cenar”, dijo Trump, mientras se rodeaba de funcionarios y miembros de las fuerzas de seguridad. Sus afirmaciones sobre la reducción del crimen fueron recibidas con escepticismo por algunos críticos, quienes argumentan que la violencia sigue siendo un problema persistente en la ciudad.
Las órdenes ejecutivas firmadas por Trump incluyen la eliminación de políticas de fianza sin efectivo, una medida que, según él, ha permitido a los criminales salir de prisión y volver a las calles. “No podemos permitir que los asesinos y delincuentes caminen libremente”, enfatizó, mientras prometía una colaboración más estrecha con las fuerzas del orden y la Guardia Nacional.
La firma de estas órdenes se produce en un contexto de creciente tensión política y social, con Trump atacando a los líderes demócratas por su supuesta ineficacia en el manejo del crimen. “Los ciudadanos de estas ciudades merecen vivir sin miedo”, declaró, instando a los gobernadores a solicitar ayuda federal para combatir la violencia.
Mientras tanto, la reacción de los medios de comunicación ha sido feroz, con muchos cuestionando la veracidad de las afirmaciones de Trump sobre la seguridad en Washington. Sin embargo, el expresidente se mostró desafiante, prometiendo que su administración seguirá luchando contra el crimen con mano dura.
Con el reloj en marcha y el clima político intensificándose, la nación observa de cerca cómo se desarrollará esta nueva fase de la lucha contra el crimen en la capital. La pregunta ahora es: ¿será suficiente para restaurar la confianza de los ciudadanos en su seguridad?