¡Impactante! Durante el desfile del Día de las Fuerzas Armadas, la reina Letizia sorprendió a todos con un momento de tensión extrema al propinar un aparente bofetón al rey Felipe VI. El evento, que se celebró el 26 de mayo, se tornó caótico cuando la reina, visiblemente frustrada, tomó del brazo a su esposo y lo jaloneó del rostro en un intento desesperado por cumplir con el protocolo de fotos.
A pesar de su lesión en el pie, que le impidió usar tacones, Letizia lucía un elegante traje rojo, mostrando su compromiso con la ocasión. Sin embargo, lo que debería haber sido un desfile solemne se convirtió en un espectáculo mediático cuando el rey, decidido a saludar a los generales presentes, ignoró a la reina. Este desaire provocó una explosión de emociones en Letizia, quien no dudó en mostrar su descontento ante las cámaras.
Los expertos en realeza ya analizan este episodio como un reflejo de la creciente tensión en la pareja real. La imagen de la reina, que siempre ha buscado proyectar elegancia y control, se ve ahora empañada por una escena de desavenencia pública. Este incidente no solo ha captado la atención de los medios, sino que también ha desatado un torrente de especulaciones sobre la dinámica de la pareja.
Con el desfile aún en curso, la reina y el rey abandonaron el evento antes de su finalización, dejando a los espectadores y a la prensa en estado de shock. Este inesperado giro de los acontecimientos plantea serias preguntas sobre la estabilidad de la monarquía española en un momento en que la atención del público es más intensa que nunca. ¿Qué sucederá a continuación? La situación sigue desarrollándose y las repercusiones de este altercado están lejos de concluir.