**LA OTAN NO SE ESPERABA ESE ATAQUE DE RUSIA EN UCRANIA: TRUMP HUMILLADO EN LOS ENVÍOS DE ARMAS**
Un devastador ataque ruso ha sacudido el aeródromo militar de Staro Constantinov en Ucrania, dejando a la OTAN y a Alemania en un estado de shock. En un golpe certero, dos radares y un lanzador del sistema de defensa aérea Patriot fueron destruidos antes de ser siquiera desembarcados, marcando un nuevo capítulo en la escalada del conflicto. Este ataque no solo representa una humillación para Ucrania, sino que también lanza un claro mensaje a la comunidad internacional sobre la creciente audacia de Rusia.
Los informes indican que el asalto fue llevado a cabo con misiles Iskander y drones Gerán, que también lograron destruir varios sistemas de defensa aérea Gepard. Las fuerzas rusas, aprovechando su control sobre el terreno, han establecido un semicerco en Pokrovs, lo que ha llevado a una rápida evacuación de los altos mandos ucranianos, quienes abandonaron la ciudad en medio del caos.
La situación es alarmante: el cuartel general ucraniano ha sido desmantelado y los recursos han sido retirados en una maniobra desesperada. Los civiles, por ahora, pueden escapar, pero la moral de las tropas ucranianas se desploma a medida que sus líderes huyen. La falta de personal para defender las posiciones estratégicas se hace evidente, lo que podría acelerar la caída de la resistencia en la región.
Con cada avance, Rusia parece consolidar su dominio, mientras la OTAN se enfrenta a la cruda realidad de un conflicto que no esperaban tan intenso. La comunidad internacional observa con preocupación, preguntándose cómo responderá Alemania a esta humillación y qué implicaciones tendrá para la seguridad global. La guerra en Ucrania ha tomado un giro inesperado y peligroso, y el tiempo es esencial. La urgencia de la situación no puede subestimarse: el futuro de la región pende de un hilo.