Rusia ha lanzado una fuerte advertencia tras el despliegue de armas nucleares de Estados Unidos en el Reino Unido, lo que ha elevado las tensiones en Europa y el mundo. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, descartó cualquier posibilidad de “avances milagrosos” en las negociaciones de paz con Ucrania, que se llevarán a cabo mañana en Estambul. Este anuncio se produce en medio de un nuevo ataque ruso que dejó un muerto y varios heridos en Kiev, intensificando aún más el conflicto.
Mientras tanto, el expresidente estadounidense Donald Trump ha amenazado con atacar nuevamente las instalaciones nucleares de Irán, intensificando la presión sobre Teherán. “Lo haremos de nuevo si es necesario”, afirmó Trump, lo que ha generado una respuesta inmediata de Irán, que advierte que no abandonará su programa de enriquecimiento de uranio.
En Israel, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa, señalando que la campaña contra Irán no ha terminado, advirtió sobre la necesidad de estar preparados para una ofensiva continua. La situación se complica aún más con la reciente advertencia de la Unión Europea a Israel sobre el asesinato de civiles en Gaza, lo que podría desencadenar nuevas sanciones.
La comunidad internacional observa con preocupación cómo estas tensiones podrían desembocar en un conflicto de mayores proporciones. La escalada de hostilidades y las amenazas nucleares han puesto al mundo al borde de una crisis, con cada movimiento militar y político siendo crucial. Las horas venideras serán decisivas, y el desenlace de las negociaciones en Estambul podría cambiar el rumbo de la guerra en Ucrania y las relaciones en Oriente Medio.