**Trump ha perdido el control de EEUU: su política comercial está cerca de morir a pellizcos**
En un giro alarmante de los acontecimientos, el presidente Donald Trump ha intensificado su retórica comercial, anunciando aranceles unilaterales que amenazan a aliados históricos y a países emergentes por igual. En el marco de la cumbre de los BRICS, donde líderes como Lula da Silva han desafiado abiertamente su autoridad, Trump parece estar perdiendo el control sobre el panorama económico global.
Los aranceles anunciados hoy afectan a Sudáfrica, Corea del Sur, Japón, Kazajistán y Malasia, mientras que las amenazas se extienden a los BRICS, un grupo que representa más de la mitad de la población mundial. Lula da Silva, anfitrión de la cumbre, ha respondido con firmeza, instando a Trump a “meterse en sus asuntos” y subrayando que los BRICS son un bloque de países soberanos, no un imperio bajo el mando estadounidense.
La situación es crítica: Trump, en un estado de nerviosismo palpable, ha emitido 12 cartas de advertencia a diversas naciones, mezclando aliados y adversarios en una estrategia caótica que no hace más que evidenciar su creciente debilidad. Mientras los BRICS avanzan con seguridad en la construcción de una alternativa comercial sólida, la política exterior de Trump se despliega a trompicones, afectando incluso a Japón y Corea del Sur, sus aliados más cercanos.
Luis Garvía, director del Máster en Riesgos Financieros en ICADE, analiza que Trump está acumulando problemas que, aunque individuales pueden parecer manejables, en conjunto lo acercan a una crisis de control. La falta de estabilidad en su administración, junto con la presión interna y el divorcio con figuras clave como Elon Musk, han dejado a Trump en una posición vulnerable.
La incertidumbre económica que genera su política comercial podría tener repercusiones devastadoras, no solo para Estados Unidos, sino para el comercio internacional en su conjunto. La pregunta que queda en el aire es si Trump podrá recuperar el control o si, por el contrario, su política comercial está condenada a morir a pellizcos.