El mundo de la música regional mexicana se encuentra de luto tras la confirmación del fallecimiento de Rosendo Cantú, el icónico vocalista de Los Cadetes de Linares. Su hija rompió en llanto al anunciar la triste noticia, dejando a sus seguidores y admiradores en estado de shock. Con más de 60 años de trayectoria, Cantú fue una figura fundamental que marcó la vida de generaciones enteras con su voz inconfundible y letras que resonaron en los corazones de muchos.
Nacido en China, Nuevo León, Cantú comenzó su carrera en un entorno humilde, donde la música se convirtió en su salvación. Desde su infancia, mostró un talento natural que lo llevó a construir su propia guitarra y a soñar con un futuro en el escenario. A lo largo de su vida, su voz se convirtió en el eco de historias de amor y desamor, convirtiéndose en un símbolo del bolero norteño.
El impacto de su música fue innegable, pero su vida no estuvo exenta de conflictos internos y disputas que marcaron su carrera, especialmente con su excompañero Lupe Tijerina. A pesar de los altibajos, su pasión por la música nunca flaqueó. En sus últimos años, Cantú continuó presentándose y grabando, dejando claro que su legado perduraría.
La noticia de su muerte ha desatado una ola de tributos en redes sociales, donde fans y artistas han compartido sus recuerdos y el impacto que tuvo en sus vidas. Su última presentación está programada para noviembre de 2024 en Chihuahua, un evento que promete ser un homenaje a su vasta carrera y a la huella que dejó en la cultura musical de México.
Rosendo Cantú, conocido como “El último cadete”, no solo fue un artista, sino un legado viviente que resonará en la memoria colectiva. Su voz, aunque callada físicamente, seguirá vibrando en el corazón de quienes lo escucharon y amaron su música. La comunidad musical llora la pérdida de un verdadero ícono, mientras el mundo se prepara para rendirle un último homenaje.