**La tensión continúa: Estados Unidos advierte a Colombia que hay asuntos pendientes**

En un giro inesperado de los acontecimientos, Estados Unidos ha lanzado una advertencia contundente a Colombia, señalando que persisten preocupaciones significativas en la relación bilateral. El encargado de negocios estadounidense, John Magnamara, llegó a Medellín con un mensaje claro: “Menos palabras y más hechos”. Esta declaración se produce tras un periodo de tensiones diplomáticas que había llevado a la consulta de embajadores entre ambas naciones.

Magnamara expresó que, a pesar de la cordialidad en el encuentro con el presidente Gustavo Petro, la relación no se ha normalizado del todo. Las preocupaciones sobre la retórica y las acciones del gobierno colombiano han puesto en riesgo la histórica alianza entre ambos países. Estados Unidos, que ha sido un socio clave en la lucha contra el narcotráfico y la migración ilegal, reafirmó su compromiso de tomar medidas decisivas si no se abordan estos temas urgentes.

El embajador García Peña había ofrecido una perspectiva más optimista antes de la llegada de Magnamara, sugiriendo que las relaciones nunca se rompieron. Sin embargo, el tono del comunicado estadounidense deja claro que la situación es más delicada de lo que se había presentado inicialmente. La advertencia sobre la lucha contra el narcotráfico y la necesidad de extradiciones se convierte en un foco de tensión que podría tener repercusiones serias si no se actúa con rapidez.

Colombia se enfrenta a un desafío monumental: demostrar que está comprometida con los intereses de Estados Unidos y que puede cumplir con las expectativas en materia de seguridad. La próxima evaluación de certificación sobre la cooperación en la lucha contra las drogas se convierte en un punto crítico, y el tiempo corre. La comunidad internacional observa con atención cómo se desarrollan estos acontecimientos, mientras la presión sobre el gobierno colombiano aumenta. La pregunta es: ¿será suficiente el gesto amistoso de Petro ante la crisis en Texas para apaciguar las preocupaciones persistentes de Washington? La respuesta podría definir el futuro de la relación entre ambos países.